La Dirección General de Tráfico ha vuelto a poner en su foco de control en carretera a los vehículos industriales (camiones y autobuses) tras señalar que están implicados en el 11% de los accidentes con víctimas y añadir que la distracción es una de las principales causas de la accidentalidad en este tipo de vehículos.

En este contexto tiene lugar esta misma semana una campaña de vigilancia a nivel europeo que tendrá lugar en toda clase de vías y a cualquier hora del día, especialmente en aquellas carreteras en que la intensidad de la circulación de este tipo de vehículos es mayor.

A lo largo de estos siete días, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, incidirán en la vigilancia y control de aspectos tales como la velocidad a la que circulan, las horas de conducción y descanso, el tacógrafo, el exceso de peso, los posibles defectos técnicos del vehículo o la seguridad de la carga transportada. También comprobarán que la documentación del vehículo y del conductor es la correcta, que la conducción no se realiza bajo los efectos de alcohol u otras drogas o que todos los ocupantes del vehículo hacen uso del cinturón de seguridad.

En palabras de Gregorio Serrano, director general de Tráfico, “la importancia que tiene el transporte de mercancías y de personas por carretera, hace necesaria una vigilancia especial, si se tiene en cuanta que ambos tipos de vehículos son de dimensiones mayores al resto y que en caso de accidente son mucho más lesivos“.

En 2016, fueron un total de 6.283 accidentes con víctimas, en los que fallecieron 348 personas, los siniestros en los que se vieron implicados camiones de más de 3.500 kg de masa máxima autorizada y autobuses. La estadística refleja fallecidos que eran ocupantes de dichos vehículos o de terceros, es decir, personas que viajaban en el momento del accidente en otro vehículo distinto al camión o bus que se vio implicado en el accidente.

La mayoría de los accidentes con víctimas y fallecidos en los que estaba implicado un camión tuvo lugar en vías interurbanas, situación contraria en el caso de que el vehículo implicado fuera un autobús, donde el mayor número de accidentes se produjeron en vías urbanas.

Desde la DGT destaca que entre sus funciones figura el comunicar a la Dirección General de Transporte Terrestre las sanciones cometidas por conductores profesionales reincidentes para que “realice las investigaciones pertinentes sobre las empresas para la que trabajan y estudiar la posibilidad de que las empresas que incurran en las faltas más graves pierdan la capacidad para operar en el mercado“.

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